La serie Fenocopias ha significado para mi primero el encuentro con unos materiales diferentes en la realización de mi obra, apartandome del uso de la pintura (oleo y acrílico) y del soporte lienzo preparado para dicha pintura. En su lugar he recuperado el dibujo a tinta, con rotuladores de distinto calibre, que me ha permitido jugar con las enrevesadas formas que voy trazando sobre un tipo de soporte-lienzo cuyo tacto y superficie absorbente me remite a la piel.
Fenocopia es un concepto de la genética que explica como unos rasgos fisicos (fenotípicos) pueden homologarse en diferentes individuos sin tener semejanza o causa semejante a niver genético. Este cocepto me ha servido como base para reflexionar acerca de nuestra capacidad de adaptación, transformando nuestra propia vida, nuestro comportamiento y estableciendo nuevos nexos de relación con el entorno, con los otros. También para poner una mirada sobre nuestra experiencia humana más allá de la visión puramente mecanicista y determinista.
Mi búsqueda pictórica me ha permitido relacionar el trazo del dibujo, más descriptivo o cercano a la escritura y el lenguaje, con las texturas, color y viscosidad de barnices y resinas, que me remiten más a los fluidos del cuerpo, de los organismos, inclusive a lo etérico y sutil que hay en nosotros.
Con estos materiales simples y directos, he podido crear estas composiciones en la búsqueda de formas que podrían entenderse desde una mirada de procesos que ocurren a niveles microscópicos en la naturaleza y en nuestra naturaleza. Del mismo modo podrían tratarse de formas, sucesos y movimientos que ocurren a niveles cósmicos.